Sandra Mon 17 May 2021
Después de que la UNESCO declarara el año 2015 como "Año Internacional de la Luz", entendió que era necesario seguir dando a conocer la importancia que tienen para la humanidad la luz y los avances relacionados con la ciencia de la luz y sus aplicaciones. Por tanto, en 2018 decretó el 16 de Mayo "Día Internacional de la Luz".
Dicho reconocimiento es fundamental para aumentar la conciencia mundial y fortalecer la enseñanza de la ciencia y tecnologías fotónicas (tecnologías de la luz), que son esenciales para hacer frente a desafíos que se plantean en ámbitos como el desarrollo sostenible, la energía, la salud o las comunicaciones, y en definitiva para mejorar la calidad de vida de la humanidad.
Tenemos muy claro que sin luz no existiría la vida en nuestro planeta, que es una fuente de energía para la vida y el desarrollo de todas las especies que habitan la Tierra. Pero además, la luz hace posible avanzar en ciencia, cultura, arte, y educación.
La fotónica está muy presente en nuestras vidas, desde los smartphones que tenemos en nuestras manos y la fibra óptica que facilita las comunicaciones vía internet, a las tecnologías de vanguardia que nos proporcionan herramientas para la observación espacial y el estudio de los orígenes del universo, para lo cual ha sido fundamental. La investigación en nanofotónica, óptica cuántica o ciencia de procesos ultrarrápidos está en la base del desarrollo de nuevos dispositivos y de nuevos descubrimientos fundamentales, que a su vez están ayudando a entender mejor el funcionamiento de los constituyentes de la materia y están abriendo nuevos frentes de investigación. La luz simboliza conocimiento.
Continuar lectura del Post de Nerea Zabala, miembro de Fotonika, en el Blog de Euskampus Fundazioa.